
Cuando pensamos en los efectos del COVID-19 en nuestro día a día, nos remitimos a, por ejemplo, el tiempo que llevamos en cuarentena. También reflexionamos sobre los cuidados que debemos tener al salir a la calle. Incluso, en las medidas básicas como usar el tapabocas y lavarnos las manos. Sin embargo, ya se han prendido las alarmas de la recesión económica y su impacto en nuestras vidas.
Pero ¿qué es exactamente la recesión económica?, ¿qué tiene que suceder para que se dé? Por otro lado, ¿qué implica enfrentar esta situación? Y, ¿cómo afecta nuestro día a día? A continuación, respondemos estas preguntas.
El crecimiento económico de los países se da como consecuencia del aumento de la producción de bienes y servicios. Cuando esto sucede, las empresas están en capacidad de responder a la demanda: venden más. Esto se traduce en más empleo para las personas y, por ende, en más recursos disponibles y en circulación. Sin embargo, cuando esta dinámica se quiebra y no funciona, el Producto Interno Bruto (PIB) o la producción del país se estanca. Y en el peor de los casos decae (BBC, 2020).
Así las cosas, cuando el crecimiento económico de un país decae, o es negativo por dos trimestres consecutivos, se genera la temida recesión económica.
Podemos identificar tres categorías de recesión económica (BBC, 2020):
Según un informe reciente del Banco Mundial, la economía global tendrá una reducción del 5,2 % al terminar el 2020. Esto implica que (BBC, 2020):
Ya sabemos que con menos dinero circulando, todos nos vemos potencialmente afectados. En términos reales, esto implica fenómenos que la mayoría de las empresas hayan perdido flujo de caja y reducido notablemente su rentabilidad. A esto se puede sumar que las inversiones han tendido a congelarse. En otras palabras, todos tratamos de cuidar nuestros recursos lo que más podemos.
Esto significa a su vez, que habrá menos trabajo disponible, se reducirán los puestos existentes, se buscará disminuir los salarios, se detendrán las contrataciones y se dificultarán la mayoría de los planes para crear empresa.
Sin empleo, tendremos dificultades para pagar recibos, créditos, hipotecas, necesidades básicas y, naturalmente, los diferentes gustos que nos quisiéramos dar.
La recesión económica ha tenido y tendrá un fuerte efecto en nuestro día a día. Sin embargo, las medidas que se han venido tomando por parte de las autoridades correspondientes, sumado a la experiencia adquirida de situaciones pasadas, permiten mitigar los efectos en el largo plazo y pensar en un futuro mucho más positivo.
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